http://www.radialistas.net/clip.php?id=1100182
EL MAESTRO
Un escrito de Eduardo Galeano… ¡en su voz!
Eduardo Galeano, Bocas del Tiempo, Ediciones del Chanchito 2003.Los alumnos de sexto grado, en una escuela de Montevideo, habían organizado un concurso de novelas.
Todos participaron.
Los jurados éramos tres. El maestro Oscar, puños raídos, sueldo de fakir, más una alumna, representante de los autores, y yo.
En la ceremonia de premiación, se prohibió la entrada de los padres y demás adultos. Los jurados dimos lectura al acta, que destacaba los méritos de cada uno de los trabajos. El concurso fue ganado por todos, y para cada premiado hubo una ovación, una lluvia de serpentinas y una medallita donada por el joyero del barrio.
Después, el maestro Oscar me dijo:
-Nos sentimos tan unidos, que me dan ganas de dejarlos a todos repetidores.
Y una de las alumnas, que había venido a la capital desde un pueblo perdido en el campo, se quedó charlando conmigo. Me dijo que ella, antes, no hablaba ni una palabra, y riendo me explicó que el problema era que ahora no se podía callar. Y me dijo que quería al maestro, lo quería muuuucho, porque él le había enseñado a perder el miedo de equivocarse.
Como es el Día internacional de los docentes (UNESCO) el día internacional de los docentes, he releído La carta a una maestra de los alumnos de la escuela de Barbiana.
Trozo de "Binta y la gran idea". El maestro de la escuela a la que va Binta explica lo que es una escuela para TODOS
Si... (¿de quién es?)
SI tu corazón late más aprisa viendo a tus alumnos,
SI cada persona es para tí un ser que se debe cultivar,
SI cada hora de clase se ha escapado aprisa,
SI quieres más tu trabajo cada año que pasa,
SI las dificultades inevitables te encuentran sonriente,
SI los padres y los niños dicen que eres amable,
SI tu justicia sabe revestirse de amor,
SI combates el mal pero no al pecador,
SI sabiendo tantas cosas no te crees sabio,
SI sabes volver a estudiar lo que creías saber,
SI en lugar de responder,sabes sobre todo preguntar,
SI sabes ser niño permaneciendo maestro,
SI ante la belleza sabes sorprenderte,
SI tu vida es lección y tu silencio palabra,
SI tus alumnos quieren semejarse a tí, entonces...
TÚ ERES MAESTRO.
Jamás serás maestro
[Fuente: ¡Cuánto aprendemos!]
JAMÁS SERÁS MAESTRO...
Si tu escuela tiene más parentesco con una oficina que con un hogar.
Si tus ojos son dos látigos permanentemente dispuestos para el castigo visual, si tus nervios explotan mil veces al día.
Si tus frases, en vez de caricias, son púas que arañan, si necesitas un rsenal de gritos para tus combates diarios.
Si los niños llegan recelosos a tu escuela, como llegan los enfermos al hospital. y si te aceptan no como un alimento grato, sino como una medicina obligada.
Si tu escuela se abre cinco minutos antes de empezar las clases y se cierra cinco minutos después de la hora reglamentaria. Y si al abrirse parece que bostezaras y al cerrarse que sonrieras.
Si no comprendes que los niños deben jugar en razón inversa a sus edades. Y si los niños se aburren en tu compañía.
Si tu escuela, además de un cuerpo, no tiene alma. Y si únicamente es un taller mecánico del alfabeto.
Si al hablar no encantas a los niños dejándolos como hipnotizados. Y si no sabes hacerte escuchar hasta con los ojos.
Si no comprendes que el alma de cada niño es un libro en blanco en el que éstas escribiendo para toda la vida. Y si, en vez de escribir en ese libro himnos triunfales, te contentas con llenarlo de ramponerías y mediocridades.
Si obtienes licencias sin necesitarlas. Y si trabajas cuando te fiscalizan y cuando se acercan los exámenes.
Si el patio de tu escuela es tan fúnebre como el patio de una cárcel. Y si los recreos, en vez de ser una fiesta para el cuerpo y el espíritu, son lugares donde se sufre frío en invierno, sol en primavera y soledad espiritual en todas las épocas del año.
Jamás serás maestro
EL ARTE DE EDUCAR de Karen Katafiasz
EL ARTE DE EDUCAR
Karen Katafiasz
1. Dedicar tu vida a hacer lo que es realmente importante es una satisfacción, y enseñar lo es.
2. Recuerda a aquellos profesores que influyeron en tu vida positivamente. ¿Qué hicieron? ¿Cómo se las arreglaron para proporcionarte lo que necesitabas? Sigue su ejemplo.
3. Sé consciente de que no sólo estás enseñando una asignatura. Estás abriendo mentes y corazones, estás modelando vidas.
4. Entusiásmate por tus alumnos, por aprender y por vivir, y transmíteles ese entusiasmo. Tanto ellos como tú os enriquecéis enormemente.
5. Apasiónate por la asignatura que enseñas. El entusiasmo es contagioso.
6. Escucha y respeta los sueños de tus alumnos. Y anímalos a alcanzar otros todavía mayores.
7. Los niños necesitan unas pautas de comportamiento, unas reglas adecuadas que les ayuden a aprender y a madurar. Proporciona a tus alumnos normas firmes, justas y coherentes.
8. Actúa con generosidad, justicia e integridad. Así les enseñarás estos valores sin esfuerzo.
9. Organiza bien tu tiempo y serás más eficaz cada día. Si te llevas trabajo a casa, sé consciente de que tendrás que realizarlo. Pero también necesitas tiempo libre para descansar y evitar el estrés.
10. Si pides a tus alumnos que sean responsables tú también debes ser responsable con ellos. Cumple tus compromisos; mantén tus promesas.
11. La enseñanza exige mucha dedicación. Procura cuidarte físicamente. Toma alimentos sanos, haz ejercicio, descansa lo suficiente.
12. Debes cuidarte espiritualmente. En el aula es tan importante como el ejercicio físico.
13. Los alumnos necesitan un ambiente acogedor donde puedan sentirse seguros y respetados. Haz de tu aula ese lugar.
14. Gozas de un gran crédito entre tus alumnos; de ti depende que los niños disfruten o desaprovechen la clase. Usa tu influencia de manera positiva.
15. Enseña a tus alumnos que cometer errores no es tan grave. Los errores no tienen por qué avergonzarnos, más bien nos brindan la posibilidad de aprender a hacer las cosas mejor.
16. A veces encontrarás dificultades en tu relación con alguno de tus alumnos. Averigua cuáles son tus inclinaciones y preferencias y trata de superarlas intentando prestar a cada uno de los niños la misma atención y el mismo trato.
17. Procura aceptar por sí mismos a todos tus alumnos. No siempre podrás admitir su comportamiento, pero sí su propio ser, su existencia misma. Incluso cuando alguno de ellos no te gusten demasiado, si lo intentas, llegarás a quererlos.
18. Piensa que en el corazón y en la mente de tus alumnos pueden existir tensiones: situaciones familiares difíciles, cambio de amistades, incertidumbres, dudas y temores. Acepta a cada uno como persona íntegra que es.
19. Ten en cuenta que para algunos alumnos, el colegio es un alivio, un lugar seguro. Haz que sea realmente un lugar acogedor donde puedan expresarse y ser ellos mismos.
20. Cada día tienes la oportunidad de ofrecer un mundo a tus alumnos; de brindarles conocimientos y experiencias capaces de cambiar sus vidas. Aprovecha estas posibilidades.
21. Ayuda a tus alumnos a descubrir sus dotes personales, a realizarse, a superarse. La satisfacción del éxito conseguido les proporcionará la autoestima que necesitan.
22. La escuela puede ser el lugar donde los alumnos descubran sus propias capacidades y valores y contrarresten las malas influencias de otros ambientes. Dales esta oportunidad.
23. Continúa tu formación. Sigue aprendiendo; desarrolla tus intereses. Vivirás más intensamente y te proporcionará nuevas perspectivas de compartir con tus alumnos.
24. No olvides que tus alumnos están todavía aprendiendo y desarrollándose. Ten paciencia con esas mentes y espíritus en crecimiento.
25. El humor puede ser un excelente instrumento didáctico. Utilízalo con cuidado y prudencia, nunca para humillar.
26. Vigila tu estado de ánimo. Ten en cuenta tus propias necesidades y problemas, de forma que no sean tus alumnos quienes paguen las consecuencias.
27. Apóyate en tus colegas, busca en ellos ayuda, comprensión, consejo y diversión. Pueden ser fuente de sabiduría y energía.
28. Procura sentirte bien contigo mismo; convencerte de tu propia valía. Los demás tendrán un buen concepto de ti si tú mismo lo tienes.
29. Si te sientes seguro, podrás ayudar a los niños a sentirse seguros; si te encuentras a gusto, podrás tranquilizarlos en sus temores. Cuidarte a ti mismo revertirá en favor de tus alumnos.
30. A lo largo del día podrás optar muchas veces por cualquiera de estas alternativas: ensalzar o humillar, motivar o desanimar. Elige conscientemente.
31. Ten en cuenta lo difícil que es ser niño; la fragilidad y vulnerabilidad que padecen en el mundo cuyas normas ignoran todavía, en un mundo donde se sienten inseguros aunque no lo demuestren. Tú puedes ser su guía en ese mundo.
32. En los días difíciles, cuando la moral está por los suelos, recuerda los motivos que te impulsaron a ser profesor. Recuerda las veces en las que estabas completamente convencido de que esa era tu vocación.
33. Tu eres un adulto y tus alumnos son todavía unos niños. Pero reconoce también que tienes un niño en tu interior que reclama tu atención y cuidado. No dejes que el tiempo que tienes que dedicar a ese niño se interponga entre tus alumnos y tú.
34. Ten en cuenta que tus alumnos tienen capacidades diferentes. Utiliza varias técnicas de aprendizaje para desarrollar las distintas aptitudes: verbal, lógica, visual, corporal, musical. interpersonal, personal.
35. Aprecia la singularidad de cada uno de tus alumnos como muestra de la riqueza de la creación. Afirma en cada uno de ellos la variedad de sus talentos, sus diferentes herencias culturales.
36. Infunde confianza a tus alumnos; que se den cuenta de los importantes que son, de que el mundo puede ser mejor porque ellos forman parte de él.
37. Tu influencia en la vida de tus alumnos tiene resultados positivos. ¡Da gracias por ser profesor!
El oficio de maestro
El oficio de maestro es escuchar
acompañar asombros
y vestir los saberes de mañanitas.
Es oficio de maestro es aprender (y aprenderse)
es contar (y contarse)
es soñar (y soñarse) en el festín de estrenar con los niños
la alegría del conocer.
Carmen Díaz Navarro
Proyectando otra escuela
[Fuente: ¡Cuánto aprendemos!]
El decálogo del maestro (¿de Gabriela Mistral?)
EL DECÁLOGO DEL MAESTRO
1. Ama. Si no puedes amar mucho no enseñes a niños.
2. Simplifica. Saber es simplificar sin restar esencia.
3. Insiste. Repite como la naturaleza repite las especies, hasta alcanzar la perfección.
4. Enseña con intención de hermosura porque la hermosura es madre.
5. Maestro sé fervoroso. Para encender lámparas has de llevar fuego en tu corazón.
6. Vivifica tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser.
7. Cultívate. Para dar hay que tener mucho.
8. Acuérdate de que tu oficio no es mercancía, sino que es servicio divino.
9. Antes de dictar tu lección cotidiana, mira a tu corazón y ve si está puro.
10. Piensa que Dios te ha puesto a crear el mundo de mañana.
Algunos pensamientos pedagógicos de Gabriela Misatral
ALGUNOS PENSAMIENTOS PEDAGÓGICOS DE GABRIELA MISTRAL
1. Todo para la escuela; muy poco para nosotros mismos.
2. Enseñad siempre: en el patio y en la calle como en el aula. Enseñad con la actitud, el gesto y la palabra.
3. Vivid las teorías hermosas. Vivid la bondad, la actividad y la honradez profesional.
4. Amenizar la enseñanza con la palabra hermosa, con la anécdota oportuna y la relación de cada conocimiento con la vida.
5. Si no realizamos la igualdad y la cultura dentro de la escuela, ¿dónde podrán exigirse estas cosas?
6. El maestro que no lee tiene que ser mal maestro: ha rebajado su profesión al mecanismo de oficio, al no renovarse espiritualmente.
7. Cada repetición de la orden de un jefe, por bondadosa que sea, es la amonestación y la constatación de una falta.
8. Hay que merecer el empleo cada día. No basta los aciertos ni la actividad ocasionales.
9. Todos los vicios y la mezquindad de un pueblo son vicios de sus maestros.
10. No hay más aristocracia que la de la virtud.
11. Para corregir no hay que temer. El peor maestro es el maestro con miedo.
12. Todo puede decirse, pero hay que dar con la forma. La más acre reprimenda puede hacerse sin deprimir ni envenenar un alma.
13. La enseñanza de los niños es tal vez la forma más alta de buscar a Dios; pero es también la más terrible, en el sentido de tremenda responsabilidad.
"Buen maestro" de Vitaliano de la Cruz
Buen maestro"Sembrad" de Cristina Arteaga (religiosa)
De ti aprendí
a sentir el pulso inquieto
de la vida.
A aceptar tolerante
La diferencia.
A fijarme en detalles mínimos
Y a soñar …
También aprendí a respetar
a mis hermanos
a creer con fe buena,
a respirar el aire fresco,
y a rezar …
De ti aprendí,
que la vida es un sueño,
que los ríos van al mar.
Que no vale ser cobarde,
que se puede navegar.
De ti aprendí
a sufrir en silencio.
a gritar por no callar.
A ser libre como el viento,
a esperar y amar.
Gracias mi buen maestro.
Ayer tu imagen, hoy tu ejemplo.
Sembraste hermosos frutos
que nacieron y crecieron.
¡Qué buena cosecha sembraste, maestro!
Vitaliano de la Cruz
SEMBRADEl buen profesor, por Carmen Pellicer.
Sin saber quién recoge,
Sembrad serenos, sin prisas,
Las buenas palabras, acciones, sonrisas...
Sin saber quién recoge, dejad
Que se lleven la siembra las brisas...
Con un gesto que ahuyente el temor,
Abarcad la tierra, en ella se encierra,
La gran esperanza para el sembrador.
¡Abarcad la tierra!
No os importe no ver, germinar
El don de la alegría;
Sin melancolía
Dejar al capricho del viento volar
La siembra de un día.
Las espigas dobles romperán después...
Yo abriré las manos para echar mi grano
Como un armoniosa promesa de miés
En el surco humano
Brindará la tierra su fruto;
En agraz, otros segadores cortarán las flores...
Pero habré cumplido mi deber de paz
Mi misión de amores.
Cristina Arteaga
Fuente: http://www.ceide-fsm.com/2012/12/el-buen-profesor/
Vamos buscando, como dice Jose Antonio, buenas prácticas educativas, como semillas de cambio que, de savia vigorosa, sean capaces de comerse tanta cizaña mediática que hace tambalear la esperanza de que la educación puede transformar un futuro que vemos tan incierto. Y sabemos que, en el fondo, todas las experiencias educativas de éxito tienen un solo elemento en común: buenos profesores que las incitan y acompañan, no para brillar ni presumir, sino para que sus alumnos aprendan y crezcan. Por eso, muchas están ocultas y quedan en lo secreto de la cotidianidad de cientos de nuestras aulas.
Queremos desvelarlas, y a sus artífices, los buenos maestros. Aprendemos cada día de todos ellos el significado y el poder que se esconde detrás de ‘dar clase’, de ponerse delante de un grupo de niños, que, aunque solo por un instante están expectantes. Algunos, cual magos del espíritu, son capaces de lograr imposibles y marcar huellas en sus mentes y en sus corazones. ¿Cómo son esos protagonistas de las mejores clases? ¿Cómo es un buen profesor?
Este es nuestro particular decálogo:
1. Sabe y cree que lo que sabe es importante y necesario para comprender la vida y a uno mismo, y para avanzar, y por eso profundiza en el conocimiento de lo que quiere enseñar y busca las maneras de hacerlo sencillo y comprensible para todos los alumnos.
2. Conoce bien a sus alumnos, no solo como son, sino también por qué son como son y, sobre todo, de qué son capaces. Tiene de cada uno de ellos una visión de hacia dónde pueden crecer en todas sus dimensiones, y sabe cómo empujarles hacia adelante para lograr lo mejor de ellos mismos.
3. Identifica las necesidades y los momentos en los que está cada alumno y cómo afectan a su desarrollo personal y genera una multiplicidad de oportunidades y recursos variados para que todos se impliquen y aprendan en profundidad.
4. Maneja con agilidad diferentes estrategias y metodologías que dotan a la clase del ritmo y las tensión necesaria para estimular la motivación, la curiosidad, la atención y la reflexión de sus alumnos.
5. Hace a sus alumnos cada vez más autónomos y protagonistas de su propio aprendizaje, creando un clima cálido y respetuoso de participación y colaboración mutua, gestionando los conflictos con firmeza y eficacia.
6. Fomenta la creatividad y amplía los horizontes de aprendizaje facilitando el acceso a diferentes recursos, experiencias, lenguajes, interlocutores y herramientas tecnológicas.
7. Dedica tiempo y esfuerzo personal a pensar sobre cada uno de sus alumnos y sus clases, que prepara, planifica y modifica a la vez que estudia, investiga y contrasta para crecer con y para ellos.
8. Acompaña los procesos de maduración y aprendizaje de cada alumno, evaluando y discerniendo sobre lo que ve y lo que revela aquello que ve, y proponiendo iniciativas de mejora y superación continua.
9. Comparte su conocimiento y experiencia, y trabaja en equipo con sus compañeros, implicándose en un proyecto común que ayude a sus alumnos más allá de su aula y de su misma escuela, haciendo cómplices de su educación a las familias y otros agentes sociales presentes en la vida local.
10. Disfruta de los éxitos de sus alumnos y vive sus fracasos como propios, cree en lo que hace y sabe que lo que hace puede marcar una diferencia en sus vidas, y por eso se compromete con ellos, y saca lo mejor de sí mismo para ellos.
Pero creo, que al final, y después de muchos años de docencia, he aprendido que tienes que quererles lo suficiente para que te importen. Esto no se puede poner en el decálogo porque el cariño no se puede exigir, solo regalar. Por eso, delante de cualquiera de mis grupos de alumnos, pequeños y grandes, necesito dejarme seducir y embaucar por ellos, y entonces dejarme la piel y la vida en arrancarles sonrisas, miradas de complicidad, preguntas e inquietudes, hacerles enfadar y sorprenderles.
Y entonces ese cariño que se nutre del roce diario, la impaciencia, el cansancio superado, la rutina que se rompe, a la vez que de las miles de recompensas fugaces que recibes cuando les ves crecer y ser más y mejor. Ese cariño es el que les educa, y el que te sostiene a ti.
Blogs que hay que visitar:
Para el año que viene la entrada estará dedicada a "Juan de Mairena" de A. Machado. ¡Qué no se me olvide!
A mis alumnos de Magisterio, un artículo de Miguel Ángel Santos Guerra en el Adarve 04/08/2012 (aquí)
En EDUCACIÓN EN ORCASUR:
- Carta a una maestra de los alumnos de la escuela de Barbiana
- Ser profesor en el siglo XXI
- Educadores
- Haz tu influencia positiva. Pedagogía del ejemplo
- La Comunidad educativa
- Todo lo que realmente necesito saber lo aprendí en la escuela infantil
- Binta y la gran idea
- "La mejor escuela" de José Agustín Goytisolo
- El dedo corazón
2 comentarios:
Muchas gracias Angel.Como siempre divino y zascandileando en la escuela. Esta es mi aportación con los alumnos de 4º ESO para Ëtica:
http://eticaiesrenacimiento11.blogspot.com/2011/10/5-de-octubre-dia-mundial-de-los.html
¡¡Qué blog más bonito!! Creo que te voy a copiar algunas cosillas.
Hay un blog que te puede ayudar a buscar materiales. A mi me encanta.
ÉTICA Y CIUDADANÍA
Me das mucha envidia. A mi me encantaría dar Educación para la ciudadanía.
Publicar un comentario