En este blog intentamos establecer una conexión entre los conceptos: educación, ciencia, ciudadanía, desarrollo comunitario, enriquecimiento cultural, crecimiento personal y cambio social

jueves, 12 de septiembre de 2013

¡Feliz comienzo de curso! La ficha del alumno el primer día de curso y EL PRINCIPITO



El primer día de curso, los profesores tenemos la manía de preguntar a los alumnos, su fecha de nacimiento, el teléfono de los padres, sus notas, ..... Nunca les preguntamos por la música que les gusta, quiénes son sus amigos, o si están contentos.

Siempre que les paso fichas a los alumnos me acuerdo del EL PRINCIPITO.
La escena (página 5) en la que el Piloto explica:


IV
"A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil pesos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!" De tal manera, si les decimos: "La prueba de que el principito ha existido está en que era un muchachito encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que existe".....

Aquí puede encontrar el texto de El Principito en (pdf) :

En muchos centros reciben a los niños a golpe de exámenes para clasificarlos por niveles. Esto es una barbaridad. Algunos profesores llegan al ridículo de examinar a sus alumnos del curso pasado para ver lo que saben.

Os propongo una ficha parecida a (esta)





Antes de empezar el primer día de curso, os invito a leer este pasaje de EL PRINCIPITO, en el que el zorro se encuentra con el Principito. 
No hay prisa. Conocer a los alumnos y crear un vínculo especial y mágico con ellos requiere tiempo

XXI

Entonces apareció el zorro:
—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito. 
Pero después de una breve reflexión, añadió:
—¿Qué significa "domesticar"?
—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro. 
Y después volviendo a su idea:
—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se  parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo. 
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
—Por favor... domestícame —le dijo.
—Bien quisiera —le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
—Sólo se conocen bien las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.
—Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca... 
El principito volvió al día siguiente.
—Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.
—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones. 
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:
—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.
—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
—Ciertamente —dijo el zorro.
—¡Y vas a llorar!, —dijo él principito.
—¡Seguro!
—No ganas nada.
—Gano —dijo el zorro— he ganado a causa del color del trigo. 
Y luego añadió:
—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. 
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
—Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse.
—Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
—Es el tiempo que yo he perdido con ella... —repitió el principito para recordarlo.
—Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—, pero tú no debes olvidarla. 
Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
—Yo soy responsable de mi rosa... —repitió el principito a fin de recordarlo.



EN EDUCACIÓN EN ORCASUR:


Feliz comienzo de curso!!!!



domingo, 1 de septiembre de 2013

Lo que decía el "Libro Blanco de la Educación en España. 1969" justificando la supresión de las reválidas y la ORDEN de Evaluación continua de 1970


Hay dos tipos de estudiantes: malos y buenos. A los malos se les olvida lo aprendido cinco minutos antes del examen, a los buenos cinco minutos después
Patricia León Agustí.




Ya hemos hecho en EDUCACIÓN EN ORCASUR varios cometarios sobre el tema de las Reválidas
 En esta entrada aportamos como testimonio las páginas originales del "Libro Blanco de la Educación en España. Bases para una política educativa". Ministerio de Educación y Ciencia 1969.  

Tras las imágenes copiamos el texto con un subrayado propio.





114 En la práctica los contenidos de la Enseñanza Media constituyen una preparación para la Enseñanza Superior, como si todos sus alumnos hubieran de pasar a la Universidad. La estructura interna de su ciclo inferior deben tener en cuenta, asimismo, la posibilidad y aún la necesidad de que gran parte de sus alumnos ingresen en la vida profesional sin hacer estudios superiores, lo que debería imprimir a dicho ciclo un enfoque de enseñanza terminal, que debe reflejarse no tanto en las materias como en los métodos de enseñanza.

115 En la programación de la enseñanza se parte de la base irreal de que -un Plan uniforme puede servir para todos y cada uno de los grupos sociales, regionales y locales de la nación. No hay, por tanto, la conveniente flexibilidad, de lo que deriva un uniformismo y atonía que frenan el posible progreso pedagógico de los centros educativos. Los centros no tienen de hecho suficientes oportunidades de adaptar los Planes de estudio a sus propias peculiaridades, lo cual, aparte de restar eficacia al Plan en muchos casos, impide en otros tantos la experimentación de nuevas soluciones. Con un Plan rígido de estudios es inviable cualquier modalidad de investigación empírica en los centros.

116 El exceso de contenido de los planes en su conjunto y--de cada asignatura en particular, en relación con el número de horas semanales previstas para su desarrollo,impide en buena medida que en los centros puede llevarse a cabo una instrucción educativa : a) porque no se puede atender a todos los aspectos formativos de las materias, y b) porque no permite una didáctica activa y de proyección formativa de la personalidad del alumno, los alumnos por su parte, se encuentran sometidos a horarios exces - vos (clases y horas de estudio). Las consecuencias suelen ser, por lo general, bastante negativas: superficialidad en la adquisición de conocimientos; frustración ante metas con harta frecuencia inasequibles; poca intensida: en el trabajo.

117 Este planteamiento condiciona absolutamente el tipo de exámenes que se reducen a una mera comprobación de la cantidad de conocimientos poseída por cada alumno, olvidando los restantes aspectos perseguidos en la formación de éste. Así, se llega a medir los resultados educativos de un centro en porcentajes de aprobados y suspensos. La unidad de medida no puede ser más insuficiente.
Las características psicológicas propias de la edad de los alumnos determinan que el momento es inadecuado para realizar este tipo de prueba (inquietud de la pubertad; vida mental poco coherente; intereses extraescolares; disminución de la memoria; bloqueo afectivo; crisis de hábitos externos; inestabilidad extrema).
—    Las circunstancias que rodean el examen (Centro extraño); la sensación de jugarse 'el resultado de cuatro años y el «pate» en un examen influyen, en no pocos casos, en la realización del mismo, especialmente por ser una etapa del desarrollo caracterizado por la inestabilidad.
—    El factor «suerte» y el plazo inapelable marcado por la ley influyen en la decisión de muchos Centros a la hora de permitir el aprobad O de las asignaturas de cuarto curso y dar paso a las pruebas de Grado- Medio: alumnos dudosos o deficientes, por tener la edad necesaria o más edad, son aprobados en 4.° curso exclusivamente por no hacérles perder la oportunidad de examinarse de reválida, cuando quizá necesitaban una mayor madurez y preparación.
—    Una vez superadas las pruebas, enfrentan al alumno con una elección vocacional que no está en condiciones de hacer, por razón de la inmadurez propia de su edad, y que profesores o padres no deben hacer por cuenta del alumno (aparte de la extrema dificultad que para ellos supone, ya que es difícil prever lo más conveniente para alumnos de estas edades). Como consecuencia, analizando sólo la minoría de alumnos que eligen personalmente (y no son forzados por padres, amigos o ambiente), su elección suele hacerse según los criterios negativos y elementales del alumno: hace Ciencias porqueno le atraen el latín o el griego; o Letras porque no le gustan las Matemáticas. Por otra parte, los alumnos a estas edades no están en condiciones de valorar el significado de los estudios conocidos normalmente como «de Letras».
-- La tensión emocional producida por estas pruebas trae consigo otras dos consecuencias: por una parte, la falta de serenidad en el estudio de las asignaturas de 4.° curso, tan condicionadas a ese rendir cuentas a plazo fijo; por otra parte, una excesiva distensión, una vez superadas, a lo largo del 5.° curso, favorecida por-la programación —escasa en materias :.y en profundidad de las mismas— en comparación con las de los dos cursos siguientes.

119 En cuanto a las Pruebas de Grado Superior, la edad de los alumnos evita muchos de los inconvenientes de las de Grado Medio, y su carácter opcional y voluntario eliminan la tensión psicológica y de decisión. Sin embargo, juega todavía el papel de pie forzado para los alumnos que no terminan sus estudios en 6.° y aspiran a la enseñanza superior, desde el momento en que rompe la continuidad y el clima adecuado para su mación.

120 Respecto a las llamadas «pruebas de madurez» del Curso Preuniversitario, no cumplen los requisitos de un auténtico control del grado de formación general —de la personalidad y no sólo de la inteligencia— nivel necesario para pasar a la enseñanza superior. De hecho, es un examen, más, con tendencia a detectar tan sólo el hábito adquirido en la mecanim de resolver problemas y la memorización de los datos contenidos e- ti programas del Curso Preuniversitario, que, así, no es sino un curso del Bachillerato. Pero, además de ser un curso del Bachillerato con pruebas finales, existen las Pruebas de Madurez, que adolecen de les fectos enunciados.

121 La formación del profesorado está excesivamente polarizada en el nivel de conocimientos científicos y especializados, con el descuide. otros aspectos fundamentales: capacidad de comunicación; conocimiento de los alumnos, de los grupos y de las técnicas docentes más adec
Hasta el momento, para un gran porcentaje de licenciados universitarks única formación es la académica, recibida en la Facultad correspondí

122 La introducción del Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) constituye un avance. Sin embargo, el compaginar los estudios académicos de especialidad con el curso de Formación del Profesorado lleva consigo inconvenientes importantes. Entre otros, pueden señalarse: en el ciclo se producen interferencias prácticas entre el estudio de ambos estudios con detrimento del pedagógico (exámenes; mucha materia de estudio el segundo ciclo del CAP lleva un tiempo excesivo en relación con la posibilidad real de prácticas que se les ofrece en los Institutos. Sería necesario un período de al menos un trimestre de incorporación a la actividad de un Centro educativo en todas las facetas. No puede olvidarse, por otra parte, la existencia de restricciones de tipo económico, que impiden nombrar un número suficiente de tutores.

123 En los Centros estatales, la selección de catedráticos y agregados se realiza en virtud de criterios excesivamente polarizados en el dominio de la especialidad académica correspondiente. El CAP no tiene, de hecho ninguna influencia a la hora de seleccionar candidatos para el profesorado.

El desarrollo de estas ideas pedagógicas fue la ORDEN de 16 de noviembre de 1970, sobre evaluación continua del rendimiento académico de los aluumnos

 Que puedes leer aquí: Orden de evaluación continua de 1970. Hay muchas ideas que después de 43 años suenan a nuevas