En este blog intentamos establecer una conexión entre los conceptos: educación, ciencia, ciudadanía, desarrollo comunitario, enriquecimiento cultural, crecimiento personal y cambio social

viernes, 14 de enero de 2011

"Educación para todos, a lo largo de toda la vida", por Federico Mayor Zaragoza


El número extraordinario 2010 de Participación Educativa, la excelente revista que edita el Consejo Escolar del Estado, se titula De la Educación Popular a el aprendizaje a lo largo de la vida.

La educación popular para todos, a lo largo de la vida, es el mejor camino del progreso con dignidad de las personas y las comunidades. Tema, pues, apasionante.

Reproducimos íntegro la presentación del tema que hace Federico Mayor Zaragoza.

Educación para todos, a lo largo de toda la vida

Educación es ser uno mismo, “dirigir con sentido la propia vida”, según definición inmejorable de don Francisco Giner de los Ríos. La Comisión para el estudio de la “Educación en el siglo XXI”, que constituí como Director General de la UNESCO a principios de la década de los noventa, con Jacques Delors como Presidente, estableció cuatro grandes ejes en el proceso educativo: aprender a conocer; aprender a hacer; aprender a ser y aprender a vivir juntos. Me gusta añadir otros dos grandes “aprendizajes”: aprender a entender y aprender a atreverse.

Lo realmente importante es distinguir la educación de la información, la formación, la instrucción. Y no mezclar fines con medios. Disponer de ordenadores, por ejemplo, es muy positivo… pero no puede decirse que se consigue una buena educación cuando se proporcionan las TIC a los alumnos. La educación se asegura cuando, a través de la familia, la escuela, la sociedad en su conjunto y en particular los medios de comunicación, se favorece, como establece el artículo primero de la Constitución de la UNESCO, la libertad y responsabilidad, la autonomía personal.

La que confiere alas sin adherencias ni adicciones para volar alto en el campo infinito del espíritu. La que permite desarrollar y poner en práctica la capacidad creativa distintiva de la humanidad. La que piensa, imagina, inventa. La que sabe que nada es ineluctable. La que no acepta el fanatismo, el dogmatismo, el extremismo. La que actúa en virtud de la propia reflexión y no al dictado de nadie.

Por todas estas razones, el proceso educativo no puede ser privilegio de ningún segmento de población. Y no puede decirse que “cuando el tren pasó yo no pude subirme”. El tren de la educación debe pasar siempre de nuevo. Siempre. A lo largo de toda la vida. Para todos.

El acceso a los estudios universitarios de los mayores de veinticinco años supera, precisamente, obstáculos temporales que impidieron a tantos jóvenes incorporarse a la Educación Superior. Educación en todos los grados. Educación para todos, sin excepción, sea cual sea su diversidad funcional. Educación durante toda la vida.

La UNESCO, a través de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación, tiene la misión de “construir la paz” para “evitar el horror de la guerra en las generaciones venideras”, según establece el primer párrafo de la Carta de las Naciones Unidas. Y, sin embargo, como puso de manifiesto el Presidente de Tanzania, Julius Nyerere, el gran programa educativo era, durante muchos años, “Alfabetización (en las lenguas coloniales) y educación básica”. Fue necesario –en una acción necesariamente inesperada– reconducir este Programa a “Educación para todos a los largo de toda la vida” (en 1990). Quienes pretendían seguir teniendo súbditos en lugar de ciudadanos, protestaron.

Y es que la jerarquía, en general, prefiere que la participación quede reducida –que ya es mucho, desde luego– a las urnas. Que seamos espectadores y receptores impasibles, resignados, callados, en lugar de actores y emisores, que expresan sin cortapisas sus puntos de vista, que asienten o disienten… El inmenso poder mediático actual tiende a distraernos, a “llenar nuestra vida” con sus mensajes, sus espectáculos, su poderosísima industria de “entretenimiento”. Crean ídolos deportivos, “celebridades” con proyección mundial que atraen a un gran número de admiradores, de incondicionales seguidores, cuya mayor felicidad consiste en la victoria de “su” equipo o de “su” piloto…

La única manera de contrarrestar estas corrientes uniformizadoras y gregarizantes, porque limitan la acción deliberada y condicionan la conducta, está en la educación genuina.

Educación para todos, a lo largo de toda la vida: este el gran tema, el gran desafío que se aborda en este número extraordinario de la revista digital Participación educativa que edita el Consejo Escolar del Estado. Ha sido un gran acierto porque hay muchos temas que tratar en el complejísimo ámbito educativo, pero hay ciertas cuestiones esenciales: el acceso de todos, siempre, es el fundamento mismo de la educación. Es decir, de la democracia auténtica.

Tenemos que procurar la “reapropiación del tiempo”, en expresión de la profesora María Novo. Para pensar, para leer, para hablar, para escuchar. Más tiempo en suma, para ejercer como personas “educadas”. Se requieren cambios radicales en estos albores de siglo y de milenio. Y tendrán lugar – lo que constituye una exigencia ética– en la medida en que los países dispongan de ciudadanos “educados”.

Federico Mayor Zaragoza
Presidente de la Fundación Cultura de Paz
En EDUCACIÓN EN ORCASUR:

No hay comentarios: