[Fuente: He encontrado aquí este texto tan bonito sobre la SOLIDARIDAD navegando por la web.]
¿Y llamamos a estas personas discapacitadas?
Hace algunos años en los paralímpicos de Seattle, nueve concursantes, todos con alguna discapacidad física o mental, se reunieron en la línea de salida para correr los cien metros lisos.
Al sonido del disparo salieron, no exactamente como bólidos, pero sí con gran entusiasmo por participar en la carrera, llegar a la meta y ganar. Todos menos uno que tropezó en el asfalto, dio dos volteretas y empezó a llorar.
Los otros ocho oyeron al niño llorar, disminuyeron la velocidad y volvieron hacia atrás. Todos dieron la vuelta y regresaron... todos .
Una niña con síndrome de Down se agachó, le dio un beso en la herida y le dijo: ”Esto te lo va a curar”. Entonces los nueve se agarraron de las manos y juntos caminaron hasta la meta.
Todos en el estadio se pusieron de pie, los gritos y los aplausos duraron varios minutos. La gente que estuvo presente aún cuenta la historia. ¿Por qué? Porque dentro de nosotros sabemos una cosa va más allá de ganar nosotros mismos. Lo importante en esta vida es ayudar a ganar a otros, aún cuando esto signifique tener que disminuir la velocidad o cambiar de rumbo.
Roberto Endolay de la Cruz
En EDUCACIÓN EN ORCASUR:
1 comentario:
Más vale cooperar que competir. Estamos cansados de los mensajes neo-liberales que nos están destruyendo.
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