Añadir dimensiones para ganar horizontes
En 1884 Edwin Abbott escribió un cuento con el título “Planilandia”. El cuento es una fantasía sobre cómo sería un mundo que solamente tuviese dos dimensiones. En realidad la historia es un pretexto para hacernos reflexionar sobre lo que limita nuestra mente considerar una cantidad escasa de dimensiones.
Por ejemplo, en un mundo unidimensional un simple punto es una frontera infranqueable. Por otra parte, si nuestro universo se reduce a una línea, una persona que cree avanzar por su mundo lineal puede que en realidad esté retrocediendo, si la línea se dobla sobre sí misma, como le ocurre a una circunferencia.
Otro ejemplo de las limitaciones a las que nos conduce considerar menos dimensiones de las que son razonables es esta: Imagina un mundo bidimensional. En él todas las figuras – los círculos, los triángulos, los cuadrados y todos los polígonos– son vistas como iguales. Todas las figuras planas, al mirarlas sin perspectiva, son simples segmentos, sin matices.
Al hablar de Educación muchas de las aparentes contradicciones y controversias adquieren luz y se resuelven si se consideran nuevas dimensiones de la cuestión. Nuevas dimensiones que descubren horizontes desconocidos hasta el momento. En esto es en lo que se reconocen las grandes ideas que iluminan y mueven a la acción en positivo.
Permitidme que comparta mi modesta experiencia. Hay ideas y vivencias que cambiaron mi modo de ver las cosas. Sin duda la que más me afectó fue leer “Carta a una maestra” de los alumnos de Barbiana e imbuirme del estilo milaniano que zambombea la comodidad de los caminos trillados. Otra revelación fue para mí leer el informe Delors y considerar los cuatro pilares de la educación a lo largo de la vida: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir con los demás y aprender a ser. También amplió mi horizonte considerar la educación como un proceso en el que hay que contemplar la educación formal, la educación no-formal y la educación informal. Personalmente, me dio vida desarrollar mi tarea educativa formando parte de un grupo humano maravilloso, involucrado en un contexto más amplio que los programas de una materia, y sentirme parte de un centro escolar, enclavado en un barrio, con un proyecto educativo y social, viéndolo todo dentro de un mundo que hay que liberar y humanizar: Como dicen los principios de la educación popular, la educación es un proceso comunitario que tiene una dimensión ética, una dimensión política y una dimensión pedagógica. No hace falta que ponga más ejemplos. Cada uno puede poner aquí los suyos, que me encantaría compartir.
Sigamos, pues, buscado entre todos nuevas dimensiones para mirar a la Educación desde ellas. Nuevas dimensiones con las que leer e interpretar el mundo, ganando perspectiva.
Por eso no hay que caer en la trampa de aceptar con naturalidad que nos pongan orejeras, abrumándonos con visiones estrechas que nos empobrecen.
En resumen, como conclusión, mi invitación es a leer a los grandes de la educación, conocer la historia de las ideas pedagógicas. Abrir la ventana y llenarnos de aire fresco para cargar las pilas.Que lo urgente no nos haga perder la pasión por lo importante.
"Si quieres construir una barca no reúnas hombres para cortar leña, preparar las herramientas, dividir las tareas e impartir órdenes, más bien despierta en ellos la nostalgia por el mar vasto e infinito”.
A. Saint Exupery
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